Divorcio contencioso

El procedimiento judicial de divorcio contencioso se inicia con la presentación de una demanda de divorcio por una de los cónyuges ante el juzgado competente que es normalmente el que se encuentre en el del último domicilio familiar o bien de la parte demandada y que el otro cónyuge deberá contestar.

Cada parte será asistida por su propio abogado/a y representado por procurador/a y una vez el cónyuge demandado hay contestado la demanda de divorcio se celebrará una vista o juicio en el que se practicará la prueba correspóndete sobre los hechos o medidas controvertidas (guarda de los hijos, medidas económicas.). Una vez celebrado el juicio, la autoridad judicial dictará una resolución judicial que declarará la extinción del matrimonio por divorcio y establecerá las medidas que regularan el divorcio pronunciándose sobre los diferentes aspectos que haya sido objeto de discusión.

El divorcio contencioso supone una judicialización del conflicto que traerá consigo un proceso traumático con un coste a nivel económico, emocional y temporal muy elevado.

Mayor coste económico que el divorcio de mutuo acuerdo o amistoso puesto que cada parte deberá a abonar los honorarios de sus respectivos abogados y procuradores siendo el procedimiento judicial contencioso de mayor complejidad y duración.

Mayor coste temporal puesto que su duración oscila entre seis meses y un año en función de la carga de trabajo del juzgado competente lo que además repercute en un Mayor coste emocional puesto que la persistencia del conflicto judicializado en el tiempo incrementa la conflictividad y la confrontación entre los cónyuges con importantes repercusiones en duración. la estabilidad emocional de los hijos.

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